Con el objetivo de cuidar el medioambiente, en muchos puntos del país se dejaron de usar los sorbetes de plástico. En la Ciudad de Buenos Aires, incluso, este producto directamente fue prohibido.
Aunque el papel y el cartón aparecieron como reemplazo, no resultaron ser la mejor solución. Al entrar en contacto con la bebida en pocos minutos las bombillas se terminan desarmando y muchos consumidores optan por tirarlas enseguida o no utilizarlas, y tomar del vaso.
Ante este panorama, dos jóvenes que se conocieron estudiando en el nivel terciario, se pusieron a investigar y crearon un producto que sorprende no solo al campo argentino sino a toda América Latina.
El bragadense Francisco Ben junto a su compañero Franco, descubrieron que era posible “separar la paja del trigo” y con el tallo de las plantas diseñaron sorbetes “sustentables y sostenibles.
En una nota con Radio Fiesta, el joven de 25 años dijo que conocieron el producto porque ya se comercializaba en Asia. "Empezamos a investigar y no entendíamos cómo nunca antes se había hecho. Trabajamos mucho y ahora nosotros estamos en el mercado", dijo.
Contó que parte de la producción de la materia prima se realiza en un campo de Bragado y que el proyecto sigue empleado trabajadores para sustentar la línea de armado y distribución.
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