Cristina Kirchner publicó un mensaje en sus redes sociales para comunicar su decisión de desistir del proyecto de elecciones concurrentes en la provincia de Buenos Aires. El mensaje, que sirvió para bajar un poco la tensión del peronismo bonaerense, también se utilizó para criticar la decisión de Axel Kicillof de desdoblar los comicios.
Uno de esos cuestionamientos tuvo que ver con el costo de estas elecciones que se desarrollarán el 7 de septiembre. “Destinar cuantiosos recursos por el desdoblamiento electoral no parece ser lo más aconsejable”, escribió la expresidenta.
Según pudo saber TN tras un análisis del sitio COMPRAR de la provincia de Buenos Aires, la gestión de Kicillof lanzó una contratación directa para comprar urnas, sobres y todo lo que se necesita para las elecciones en las que se elegirán cargos provinciales en septiembre próximo. Se trata de unos comicios que podrían tener un costo de hasta $4000 millones.
Por la falta de tiempo, el gobierno bonaerense decidió ir por esta vía de contratación y no por la licitación pública, que se trata de un proceso más extenso, pero a su vez más transparente. De cualquier manera, fuentes cercanas a al gobernador aclararon que la compra “está validada por todos los organismos de control: Asesoría General de Gobierno, Contaduría General de la Provincia y Fiscalía de Estado”.
El presupuesto para esta compra es de $3.905.547.499 y entre los elementos a adquirir se encuentran: 49 mil urnas, 3.000 cuartos oscuros móviles, 44.125 kits de útiles (1 lapicera negra, un fibrón negro, una cinta autoadhesiva), 18.475.000 de sobres de votación, 88.000 fajas de seguridad y 44.125 bolsas plásticas para los kits de útiles.
También 10.600 sobres transparentes, 10.600 chalecos identificador del delegado electoral y 45.000 carteles con número de mesa.
Los proveedores elegidos por el gobierno bonaerense fueron Melenzane S.A., Arcanel Maggio S.A. y Serra Sergio Daniel.
Este lunes, la propia Cristina Kirchner se mostró crítica de la cantidad de dinero que se destinará a esta elección de septiembre. A los casi $4000 millones se les debe sumar el dinero del servicio de la empresa que hará el recuento de votos, y todos los gastos vinculados a la logística del comando electoral.