Se disolvió la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Con el objetivo de simplificar y optimizar su operabilidad, se modificó la estructura del organismo y pasará a llamarse Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), aunque en la práctica es la continuadora jurídica y mantendrá las mismas responsabilidades, competencias y funciones.
El mayor cambio que trae esta decisión del Gobierno es en términos de personal. De acuerdo con el Ejecutivo, se ahorrarán alrededor de $6400 millones, porque se reducirán las autoridades superiores en un 45% y los niveles inferiores de la estructura actual en un 35%. Además, despedirán a 3155 empleados que, según sostienen, ingresaron de manera irregular durante la última gestión y equivalen al 15% de la dotación actual. Con todo este conjunto de medidas, se eliminaría el 34% de los cargos públicos.
La explicación técnica la brindó esta mañana el contador Martín Acosta en una nota con #ElMañanero por Radio Fiesta 92.5.
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