En una conferencia de prensa realizada en la Casa Rosada, el portavoz Manuel Adorni y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, anunciaron el fin de los cargos hereditarios en la administración pública argentina.

“Se trata de un privilegio insólito e injusto que, en la Argentina de las ideas de la libertad, no tiene cabida”, afirmó Adorni, enfatizando el compromiso de la gestión libertaria con un Estado basado en el mérito.

Según Adorni, esta medida responde a la necesidad de acabar con lo que describió como “una lógica de botín”, en la que algunos empleados del sector público accedían a puestos para sus familiares.

“Nadie tiene sangre azul en el Estado. Desde ahora, los cargos se asignarán por mérito y no por lazos familiares”, aseguró.

La eliminación de cargos hereditarios afectará organismos como la ahora extinta AFIP, renombrada como ARCA, la Anses y el Banco Central, donde existían normativas que otorgaban a familiares de empleados fallecidos prioridad para acceder a vacantes.

El ministro Sturzenegger complementó la intervención de Adorni y contextualizó la decisión en la tradición histórica del país.

“Desde la Revolución Francesa, que buscó eliminar los privilegios de sangre, hasta nuestra Asamblea del Año XIII, que abolió los títulos nobiliarios, estas ideas han sido claves para construir una sociedad libre”, explicó.

Sturzenegger criticó la permanencia de privilegios “medievales” en el Estado y acusó a gobiernos anteriores de reinstaurar normativas heredadas.

“Durante mi gestión en el Banco Central bajo el gobierno de Macri, eliminamos estos beneficios; sin embargo, la administración de Alberto Fernández los reincorporó”, añadió.

Sturzenegger realizó un análisis de los organismos públicos donde estas políticas hereditarias se encontraban vigentes. Según el ministro, en entidades como el Banco Nación, el Banco Central y YPF, existían normas que priorizaban a hijos o cónyuges de empleados fallecidos.

Estos privilegios, señaló, tienen origen en diferentes momentos históricos: “En el BCRA desde 1973, en Anses desde 1998, y en ferrocarriles desde 2015, todos implementados en gestiones peronistas”.

Además de esta medida, el gobierno anunció la reducción de personal en distintas áreas del Estado. Entre las iniciativas mencionadas está la reubicación de 3,100 empleados de la ex-AFIP y la solicitud a 10,000 trabajadores en condiciones de jubilación para que inicien sus trámites de retiro. Este esfuerzo por “limitar el Estado” apunta, según Adorni, a “terminar con una casta de privilegios” en el sector público, en línea con el proyecto de privatización de Belgrano Cargas.*

En el cierre de la conferencia, Sturzenegger resumió el espíritu de la medida: “Hay dos visiones en Argentina, y queda claro quiénes son los medievales de la casta. Milei busca desterrar estos privilegios para avanzar hacia una sociedad de oportunidades para todos”.