Corría el año 2009, después del intenso calor del día jueves 29, y como ya se había anticipado, una larga cadena de tormentas del tipo supercelda se formó sobre el centro-oeste de la provincia de Buenos Aires hasta el sur de Córdoba. Si bien, no todas las tormentas fueron superceldas, todas fueron catalogadas como severas y se emitió el alerta para toda la zona comprendida delante del frente de inestabilidad.
Aquel día las localidades más afectadas fueron las de 9 de Julio y Bragado en donde se registraron granizos de gran diámetro y mucha caída de agua. Los vientos en esa zona superaron los 100 km/h y hasta con ráfagas de 200km/h.
Hubo voladura de techos de viviendas en ambas localidades. Las condiciones meteorológicas y las características propias de la tormenta hicieron posible la presencia de un tornado de categoría F2 que impactó dichas ciudades a la hora en que la tormenta pasaba por la zona.